NOTA: Antes de nada, no he pretendido con este post que se
sientan aludidos. Es una forma más de hacer humor, así que relájate y
disfrútalo sin más.
Queridos
lectores y lectoras, voy a desvelar un pequeño secreto. Un mito más que voy a
desmentir. Preparados, listos, ya: Por ser tía NO significa que vayas a ligar
en una ingeniería. Ya está, lo he dicho. Y no, no es porque yo sea un cayo
malayo como algunos pensaréis (tengo mucho sex-appeal de ese, que lo sepáis),
sino porque también existen las chicas friendzoneadas y enamoradizas (que no
siempre sois vosotros) y voy a explicar el por qué.
Una
ingeniería es como una selva. Un paraje natural (dígase por la humedad del aire
concentrada en un aula donde el número de estudiantes supera a 8 por metro
cuadrado, sumado a que el aire acondicionado NUNCA funciona) (Sí, exagero
mucho) donde podemos encontrar una fauna variada y rica en matices poco comunes.
Es muy diferente al resto de ecosistemas como pueden ser carreras de ADE,
Magisterio, Traducción y demás en las que el número de hembras de las distintas
especies ronda un 99,9%, dejando a las ingenierías como el hábitat masculino
por excelencia. Esto nos lleva a deducir que nuestra gama de varones es amplia
y variada. Dejando a un lado los tecnicismos de Félix Rodríguez de la Fuente
(anda que no me ha quedado propio, ¿eeeeeehhhh?), podemos hacer unos 5 grupos:
-Grupo 1: Chicos tipo Fantasma. No aparecen por la hierba
alta y casi nunca se dan a conocer. Sabes que están ahí porque dicen “yo”
cuando pasan lista y hacen bulto en las gradas. No se conoce bien su aspecto
físico porque no les atrae eso de hablar con las personas y pocas veces han
sido avistados en zonas comunes. Si eres chica y te gustan los retos, ¡adelante!
Saca tu Masterball , háblale de tu elfa a nivel 83 en el WoW (si eres de la
Horda seguro que le gustas más) y tendrás la mitad del terreno ganado. El resto
lo conseguirás si pones empeño y te dedicas a estudiar japonés con animes como
Death Note, Bleach, etc…
-Grupo 2: Chico tipo Lucha. Tipo lucha porque son moles de
gimnasio que a veces dan miedo. Este grupo no suele caracterizarse por ser muy “delicado”
con las mujeres. El hecho de imaginarme entre esos bíceps ya me falta el aire
(si eso te toca y te aplasta). Este grupo suele ser minoritario y las
conversaciones sobre temas como política, economía o actualidad no son su
fuerte, porque para ellos el telediario se basa en las bromas de los Manolos.
Para conseguir uno de estos no te cortes. Vístete como si fueras a ir a un
programa de esos de “Mujeres, Hombres y Viceversa” y ataca de manera directa. Si
te ríes con todo lo que digan y les pasas tus apuntes lo tienes en el bote.
-Grupo 3: Chico tipo Legendario (¡Sé que legendario no es “tipo”,
no me matéis!). De estos solo hay 3 por cada clase y si tienes suerte. Son
modelos de Abercrombie que en sus ratos libres estudian porque sí. Aunque se
pueden ganar la vida con su físico espectacular prefieren estar en clase y
sentarse delante de ti para abarcar toda tu visión de la pizarra y bloquearte
las siguientes dos horas de clase (o cuatro, o seis, o todo el día porque
tienen una espalda para rato), imaginando lo que puede haber debajo de esa
camiseta que se le pega cada vez que se incorpora hacia delante y… ¿qué iba
diciendo? ¡Ah! Eso, que de estos medio olvídate. Estos lo tienen algo creído y
si eres una chica normal están un poco lejos de tus posibilidades. Pero nada es
imposible, chica. Si de verdad te gusta (y no solo porque sea guapo) trágate
los nervios y acércate. Pídele un boli, algún apunte, arréglate un poquito
(hasta el punto de no ir zarrapastrosa ni que parezcas un payaso) y de vez en
cuando háblale de cosas interesantes (EVITA EL TIEMPO. NO LE DIGAS QUE HACE
SOL, porque probablemente esté lloviendo y no te hayas fijado con “eso” delante)
porque normalmente son chicos muy simpáticos aunque para descubrirlo te cueste
un poco hacerte un hueco.
-Grupo 4: Chicos tipo Normal. Aquí hay de todo. Altos,
bajos, rubios, morenos, guapos, feos, simpáticos, desagradables, frikis, no
frikis (por excelencia suelen serlo, estamos en una ingeniería, por el amor de
Dios), etc… Son el grupo más grande, y
suele abarcar un 75% de la clase (qué bien se me dan los porcentajes). Aquí se
tú misma todo el rato (lo cual no significa que no lo seas en los demás grupos,
ojo) y alguno saldrá, porque sí, porque es estadística pura. Este grupo se
caracteriza porque lo más probable es que la mayoría de tus amigos salen de
aquí. Siempre van a tener temas de conversación y se apuntarán a cualquier
bombardeo que montes.
-Grupo 5: Chicos tipo Planta. Perroflautas por excelencia.
No suele haber muchos en una ingeniería, su moral “Madre Tierra” les impide eso
de tratar con temas industriales. Aquí los hay de todas clases también, con la
diferencia de que en vez de pelo tienen veinte mil rastas de estas que a tu
abuela le daría un ataque si aparecieras así por casa. Con estos ponte
cualquier trapo y agujeréate entera. Cuanto más desastrosa vistas mejor. De vez
en cuando líate un cigarro aunque no fumes y ofrécele, y acude a todas las
manifestaciones del 15M que haya (si las convocas tú mucho mejor). Aprende a
hacer malabares con globos rellenos de arroz y háblale del viaje que hiciste a
Rumanía en furgoneta. Con eso y un poco más de tu parte, ¡es tuyo nena! (o
nene, mis consejos valen para todo aquel que quiera intentarlo).
Después
de todo esto he caído en la conclusión de que tras años de observación rigurosa
y experiencias propias, el problema de que queden chicas sin ligar en
ingeniería se debe a que somos muy cabezotas. Chica, no te obceques con el
guaperas de Calvin Klein. Si no ha caído ya difícilmente lo hará si sigues
pareciendo una perra en celo. Eso de la friendzone no es lo tuyo, así que
gírate y mira a todos esos chicos a los que les estás haciendo lo mismo. Seguro
que alguno es el chico que estás buscando y no te has dado cuenta porque
todavía guardas intacto el folio que el clon de Thor te dio en clase.